Un estudio de grabación en el estanco de la abuela

Lo que era un estanco, en el centro de San Julián de Bimenes, es hoy un estudio de producción musical por el que ya han pasado varios artistas para plasmar su obra en soporte físico. Entre medias, casi un siglo de historia. Yendo a los orígenes, en el año 1942 la abuela del actual titular del negocio, Leonides Artos Montes, abrió una expendeduría de tabaco que enseguida se convirtió en punto de encuentro para el vecindario del pueblo. Con posterioridad la heredaría su hija, Teresa Luzdivina Vicente Artos (si bien su fundadora nunca llegaría a retirarse del todo), y además de las cajetillas y los puros incorporó una sección de electrodomésticos y un taller de reparación de bicicletas, éste a cargo de su marido, Ignacio Montes González.

La progresiva despoblación de esa parte de Asturias obligó a la familia a echar el cierre a principios de siglo y, ya con la tercera generación al frente, reabriría sus puertas en 2017. Pero lo hacía como estudio de grabación, aunque con la vieja filosofía de lugar de reunión, en este caso de los amantes de la música. Al frente, el nieto de Leonides, Javier Montes Vicente, cartero de profesión y músico de corazón, además de técnico de sonido. “Se da la casualidad de que por esta zona estamos viviendo unos cuantos músicos y gracias a Marino Zarzuelo, componente del grupo Soviet Sisters, pudimos reunir una cantidad importante de material de sonido”, señala Montes.

Ya no habría marcha atrás. Durante estos cinco años han recalado en las instalaciones artistas como “Edna Free”, Delfo, de “La Tarrancha”, “Macorina”, “Sotavento”, “Tributantes de Javier Krahe”, Ezequiel Cocaro, Marion, Miguel Madera, Alicia Villanueva, “Ye”, “Oli” (“Guaje Gurú”) o “Maniseros”, formación ésta de la que forma parte el propio Javier Montes y cuyo artífice es Antonio Pérez. Con ellos han sido seleccionados para los premios “AMAS” y sacaron adelante, con éxito, un “crowdfunding” para grabar un disco. Otro de los logros del estudio en el viejo estanco.

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