Sara Cangas, un torrente de voz y enorme temperamento artístico sobre el escenario
La cantautora con raíces en Castropol, afincada en Oviedo, tiene dos discos en el mercado y varios videoclips con sus propias composiciones
Sara Cangas es una de esas artistas que llena el escenario; que no necesita más acompañamiento. Se basta y se sobra por sí misma para conquistar al público a las primeras de cambio. La cantautora nacida en Gijón, afincada en Oviedo y con querencia por Castropol, municipio en el que hunde sus raíces familiares, posee un torrente de voz y un temperamento que le hacen transmitir mucha energía en cada directo, en los que la guitarra (por cierto, con un diseño muy original, transparente) se convierte en una amiga fiel para poner acordes tanto a temas propios como a versiones muy conocidas.
Entre estas últimas en su repertorio figuran canciones de Víctor Manuel (participó en un homenaje que se le rindió al mierense universal en el programa “Axuntábense”, de la “TPA”), Nando Agüeros, Sabina y un montón de clásicos de los ochenta, noventa y del dos mil.
Con su sello personal unos temas, grabados en dos álbumes y en varios sencillos, que salpican sus bolos con la enorme calidad de su vena creativa. Por citar tan sólo algunos a los que no se puede renunciar a escuchar, “Sólo pa ti” o “Hablan de mi”, incluidos en su primer disco, titulado “Pequeños gestos”. O “¡Que no!, muy digna de dar el salto al panorama nacional, que pone sintonía a un videoclip que grabó en la localidad castropolense de Figueras (como se ha escrito, de la que es oriunda parte de su familia), en el que intervinieron cuarenta vecinos, con un recorrido por sus bellas callejuelas y enseñando al mundo sus maravillosas panorámicas de la ría del Eo.
Capítulo aparte merece su “No me va a parar”, que compuso para colaborar con la “Asociación de Enfermos de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica del Principado de Asturias”. “Cuerpo fuerte en trozos rotos haciendo puzles de huracanes locos, de dolores silenciosos”, dice su impactante letra, en la que lanza un mensaje de fuerza y optimismo: “Me levanto, te sonrío, mis lágrimas son el mar… Ella no me va a parar, no no, no me va parar”. Lucha en forma de canción.
Profesora de guitarra y lenguaje musical, cursó estudios en el Conservatorio Profesional de Música de Gijón, que le abocaron a una carrera que hasta ahora le ha llevado a actuar en decenas de lugares (casi se podrían contar ya por cientos) y a la que, de seguir en esa brillante línea, todavía le quedan muchos éxitos por cosechar.
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