Rodrigo Cuevas: “Que los ayuntamientos no pongan tantas trabas a los bares, que de ahí salimos todos”

El agitador folklórico Rodrigo Cuevas ha lanzado un órdago a los ayuntamientos para que permitan las actuaciones de músicos en los bares, “porque de ahí salimos todos”. Tras recibir el Premio Nacional de las Músicas Actuales, que concede el Ministerio de Cultura y Deportes, el artista ovetense tuvo unas palabras de apoyo a una demanda que comparten la práctica totalidad de compañeros de gremio y que pasa por una revisión de las ordenanzas de la mayoría de los municipios del Principado (que no todos) que impiden conciertos en establecimientos o terrazas hosteleras a horas como las de la sesión vermú o al caer la tarde, en que las molestias que pueden ocasionar al vecindario son mínimas (ver reportaje titulado “Un cortacésped o una motosierra sí ¿y un concierto no?” publicado en esta revista).

“Los ayuntamientos no pueden poner tantas trabas a los bares, hay que dejar sitio para la música, que también es cultura”, reivindicó el galardonado, en declaraciones realizadas a los medios de comunicación.

Rodrigo Cuevas (en la fotografía) se inició en pequeños locales, con directos para unas pocas personas. En 2012 publicaba su primer disco en solitario, “Yo soy la maga”, en el que fusionó la música tradicional con la electrónica. A principios de 2016 sacaba el EP “Prince of Verdiciu”, que marcó un punto de inflexión en su trayectoria. Tanto es así que le abrió paso a una gira con más de un centenar de bolos por toda la península. Al año siguiente aparecía su tercer trabajo discográfico, otro EP, tributo al fallecido Tino Casal. En 2019 salía su “Manual de Cortejo” y en 2022, “Manual de Romería”.

Sus espectáculos concentran la reivindicación folclórica, la electrónica, los elementos “vintage” y el sentido del humor, alternando el asturiano con el español en sus canciones. El jurado ha destacado la singularidad de su obra, así como la intensidad de sus directos y “su imaginario sumamente personal”. En ediciones anteriores esa distinción recayó en artistas como Silvia Pérez Cruz, Rozalén, Cristina Rosenvinge, Santiago Auserón o Luz Casal.