Raúl Flores, el chavalín al que el micro de juguete se le quedó pequeño y cogió uno de verdad

Su padre cantaba en la "Agrupación Artística Gijonesa" y Raúl Flores le acompañaba a muchos de los ensayos semanales. Era un niño de tan sólo 4 años que correteaba por la sala y para buscarle un entretenimiento le pusieron un micrófono de juguete en las manos. Con él imitaba a aquellos cantantes que preparaban sus pases en el pedestal. Pero claro, no funcionaba; su voz no salía por los altavoces, como la de los adultos, con lo que con el mayor desparpajo que se pueda imaginar para una criatura de tan corta edad se subió al escenario y cogió uno de verdad, de los que sí hacían que se le escuchase. Ya no soltaría los auténticos nunca más.

Nacía así en Gijón una figura de la canción ligera que hoy, todavía con la envidiable juventud de sus 17 años, ofrece conciertos en diferentes locales hosteleros y verbenas populares, interpretendo cumbias, pasodobles, rumbas, bachata y en general temas de todos los estilos. "Yo no sé aún si era consciente de lo que estaba haciendo aquel día, pero no me arrepiento en absoluto", dice ahora, echando la vista atrás.

Unos meses después otra artista gijonesa, la veterana Mercedes Ben Salah, contactó con sus padres para pedirles la colaboración de aquella sólida promesa de la música para grabar a dúo una versión de una cumbia de "Américo" titulada "Me enamoré de ti", que incluiría en el disco "Gracias". En la presentación del álbum, en el "Teatro Jovellanos", tuvo el honorable gesto de amadrinar a Raúl Flores, al que quiso agradecer de esa forma, y con la entrega de una placa, su colaboración. Pero no se quedaría ahí su apoyo, sino que tras superar la triste página de la pandemia, en 2022 le dio la oportunidad de actuar en directo en la cafetería "La Clave", que regentaba en Gijón por aquel entonces.

Era su debut en solitario y a partir de ahí comenzaron a fluir los contratos, en una carrera profesional que le ha llevado a "La Montera Picona", "La Tená", "Los Gemelos"... "Me siento muy agradecido del público que me sigue y de los que me llaman para cantar, porque eso quiere decir que les gusto; yo procuro poner toda la carne en el asador para que la gente se quede muy contenta", afirma.

Con todo, su ilusión es entrar en una formación orquestal, un sueño que de mantener la línea que ha llevado hasta el momento se hará realidad más pronto que tarde, porque Raúl Flores (en la fotografía, en "La Montera Picona") lo ha mamado y tiene madera de cantante. De muy buen cantante.