Marta Alonso, la cantante a la que la música le viene de familia y se forjó a sí misma
Sus abuelos y sobre todo su padre le inculcaron la pasión por la canción, que perfeccionó imitando a conocidas artistas
A la ovetense Marta Alonso la pasión por la música le viene de familia, si bien ella le ha dado un giro de tuerca más. Hasta tal punto que aun con su juventud (tiene 25 envidiables añitos) es una reconocida figura de la verbena en Asturias. Su bisabuela solía amenizar las reuniones familiares con canciones de artistas de la época. Su abuelo siguió con la tradición, aunque más volcado en la vertiente de la asturianada, y su padre, Emilio Alonso, sería el artífice de que la niña de la casa añadiese un sólido eslabón más a esa cadena musical, poniendo todo su empeño en que alcanzase su sueño y más tarde acompañándola a aquellos lugares en los que actuaba. Incluso la matriculó en la Escuela de Canto, pero la pequeña prefirió seguir por su cuenta, con una formación autodidacta, tomando como referentes a Rocío Jurado, Mari Trini, Cecilia…, artistas a las que imitaba con la modulación de su voz.
Sus recuerdos de infancia le trasladan a una cocina en la que, ataviada con una manta, jugaba a ser cantante delante de los suyos o, ya de adolescente, brindando conciertos en directo para sus vecinos, que no salían de su asombro al ver el desparpajo y “las tablas” de aquella chiquilla.
A los 17 años se le presentó la oportunidad de entrar en un conjunto y tan sólo dos temporadas después cofundaba el “Grupo Límite”, con el que estuvo tres años, antes de dar el salto a “Aroma”. Al ser madre aparcó los escenarios por el cuidado de su niña, hasta que le volvió a picar el gusanillo y entró en una orquesta que no necesita presentación: “Dominó”. Y ahora ha vuelto a “Aroma”, además de protagonizar directos en solitario en los que repasa temas de diversos géneros, en función del público.
“Estoy encantada de trabajar en lo que me gusta”, afirma, al tiempo que rompe una lanza a favor de los músicos de la verbena: “Hay personas que nos menosprecian, pero también nos esforzamos por dar lo mejor para divertir y alegrar a la gente, y creo que merecemos que se nos valore”. A Marta Alonso basta con ponerle un micro delante para que dé cauce a la fiesta.
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