“Los Garcías”, la unión de dos músicos de solera que también hacen “Uno más Uno”

Son “Los Garcías” y sí, se puede sacar la rápida conclusión de que comparten un apellido por otro lado bastante común en este país. Pero también son “Uno más Uno”, una suma que da dos músicos de solera, como son Ramón y Emilio García. Basta con repasar su trayectoria para apreciar que lo suyo son muchísimas horas de vuelo.

Empezando por el asturiano (por aquello de barrer un poco para casa), Ramón García, teclista y cantante, nació en Covadonga, aunque lleva afincado en Posada de Llanes desde hace unos cuantos lustros. Sus inicios en la música fueron allá por los 80, formando parte de “Viajeros del Tiempo”, con versiones de conjuntos (entonces se decía conjuntos) de moda en aquella época, como “Stukas”, “Nuberu”, “Cuélebre”…

De 1984 a 1991 estuvo con “Autopista”, que hacían ritmos para bailar “a lo agarrao”. Como las incomparecencias del batería eran más o menos frecuentes empezó a secuenciar y a programar los temas, algo que en aquellos tiempos, con medios muy rudimentarios, no era tarea fácil, aunque desde la perspectiva de un mundo actual al dictado de ordenadores, “tablets” y teléfonos móviles pueda parecerlo.

En 1992 se incorporó a “Jake Mate”, una orquesta que recorrió cantidad de romerías asturianas y también de Castilla y León con un repertorio de pasodobles, rumbas, cumbias y demás, pero también con un toque más selecto, de pop y rock en directo. Toda una novedad.

Al finalizar su andadura aquella formación nacía “Uno más Uno”, un cambio de formato que obligaba a recurrir a la tecnología para reemplazar la presencia humana y satisfacer a un público que, ojito, quería que las canciones sonasen lo más parecidas posible a vinilos y a las que emitían las tan escuchadas “radio fórmulas”.

No servía sólo con tirar de sintetizador, sino que ya era necesario programar, en un principio con secuenciador y luego con todos los aparatos que fueron irrumpiendo en el mercado para alcanzar el mejor sonido. Ramón García se convertiría en un maestro en ese arte.

Su “media naranja” artística, el otro García, Emilio García Latorre es natural de Torrelavega, aunque en su descargo hay que apuntar que por sus venas corre sidra asturiana.

Por los ochenta fue una figura activa del movimiento “Movida no madrileña”, conformado por bandas como “Suspiros de Anacrónica”, “Intrigados”, “La Roja Insignia” (que grabó una maqueta en “Radio 3”, de “RNE”), hasta pasar, como guitarrista, compositor y coautor de varios temas, a “Los Elegidos”, de corto recorrido, pero con gran reconocimiento en Cantabria, donde colocó en lo más alto de las listas de éxitos su “Aún sigo esperando”. Hasta tuvo proyección nacional, con “Una rosa en el desván”, un LP de 1991 con producción del fallecido Kelly Freire.

Con cambios en la banda, retomó la actividad para lanzar un single con tres canciones y que en 1992 se coló en los “40 Principales”. Posteriormente llevaría un proyecto en solitario: “Eden García”. “La Flor” y “Absolutamente sincero” le sirvieron para cosechar premios en varios concursos. A partir de ahí viró hacia la línea de orquestas de pequeño formato, bajo el nombre de “Tropic’s”, trabajando durante más de diez años en la cadena hotelera del “Hotel Rhin Santander” y en el balneario de Puente Viesgo, así como en diversas fiestas de “prau”.

A finales de 2019 surgió la posibilidad de replantear lo que en aquel momento era el Trío “Uno más Uno”, sustituyendo la voz femenina por una masculina. Prepararon la temporada 2020 y… al traste: el Covid-19 echaba sus planes abajo. Lejos de cesar en su empeño (sí se cayó del proyecto el tercer componente, para dedicarse a otros menesteres profesionales), ensayaron a distancia unos repertorios que por un lado se amoldaban a “Uno más Uno”, pero por otro eran más propios para un grupo, digamos, de sala, pub, terraza de bar o chiringuito, con versiones de “Duncan Dhu”, Sabina, Loquillo.... Había que llamarse de algún modo y qué mejor que “Los Garcías”. Y ahí están, dando continuidad a sus largas historias en la música. Y lo que les queda por delante…

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