Julio Fernández, un “perro blanco” rockero con mucha chispa

“Perro Blanco Blues Trío” es un proyecto original de canciones propias en una onda blues, con letras muy cuidadas. Hasta aquí todo correcto y como carta de presentación, fenomenal. Pero eso revela realmente muy poco cuando de verdad se quiere conocer a un trío asturiano que lidera un hombre curtido en mil batallas musicales, de nombre y apellido Julio Fernández, que podrá pintarse a sí mismo de blanco o de negro, pero lo que sí es seguro es perro viejo.

Si sus letras destilan humor, sarcasmo e ironía, los monólogos que suelta entre canción y canción el veterano cantante, armonicista, compositor y guitarrista (además de padre de Silvia y Gema, dos hijas como dos soles que forman “Silvidos y Gemidos”, están en “GPS Project” o “Del Agua”) son para sacar una libreta y tomar apuntes.

Las historias que narra enganchan tanto o más que sus canciones. Puro show. Para no perderse, por poner sólo un ejemplo, la introducción a ese tema que habla de una mujer que se pasa la vida a dieta rigurosa y que le inspiró una letra tremendamente socarrona sobre una pobre señora que se priva de deliciosos manjares por su fastidiada tendencia a engordar. Hasta que no aguanta más. En el estribillo, pues eso, “Un minuto en la boca, toda la vida en el c…” (lo de los puntos suspensivos finales entiéndase como esa parte mullida del cuerpo humano que tanto ayuda a sentarse).