Desde muy pequeño el instinto le llamaba a cantar. Si bien en su familia (es el segundo de tres hermanos) no había antecedentes profesionales en la canción, sus padres sí tenían buenas voces y se arrancaban con la música en las reuniones familiares. Aquel niño, con una innata vocación artística, sentía auténtica devoción por las figuras de los setenta que se escuchaban en las listas de éxitos: Luis Aguilé, Karina, Mari Trini… Un buen día, con once añitos, recaló un cuadro de variedades en el salón de actos del pequeño teatro de su barrio y en el descanso no pudo resistirse a subir al escenario e interpretar una ranchera de Rocío Dúrcal, entonces en la cumbre de la fama: “Fue tan poco tu cariño”. Empezó “a capella” (a viva voz) y acabó acompañado por el pianista de aquella formación, y ganándose una sonora ovación del público que llenaba el auditorio. Era, sin saberlo, el bautizo como cantante del gijonés José Manuel Iglesias, hoy uno de los grandes del panorama nacional.
El director del conjunto les pidió permiso a sus progenitores para que dejasen viajar a aquella sólida promesa con ellos en su gira por el Principado, una autorización que recibió siempre que no interfiriera en sus estudios (cursó Técnico en Electrónica, que finalizaría en 1987). Después, durante el Servicio Militar, daría otro paso en su consolidación. Lo hacía al presentarse a un casting del programa “Nueva Gente” (sucesor de “Gente Joven”), en “Televisión Española” (“TVE”). Fue seleccionado y se alzó con el tercer premio en la especialidad de canción ligera. “La tele me dio una popularidad enorme, porque entonces tan sólo había dos canales y se veían muchísimo”, recuerda. Así, comenzó a trabajar en salas de fiestas, discotecas, casinos y verbenas. De Asturias y Galicia le llovían los contratos, pero quiso abrirse también a otras comunidades y recorrió prácticamente toda España.
En 1990 conoció al productor Juan Taboada, con el que grabó su primer single, dos canciones, “Con la fuerza de un beso” y “Mi destino y yo”, compuestas por Fran Alonso. Y de nuevo regreso a la televisión, al “magacine” “De par en par”, que se emitía en horario matinal. Dos años más tarde, en 1992, lanza un segundo sencillo, con “Siempre hay dudas” y “No quiero verte llorar”, del compositor Pedro Bastarrica, que le abocaría otra vez a “De par en par”. Allí le sugieren presentar su candidatura al “Festival de Eurovisión” y aunque concurriría con “Siempre hay dudas”, no se lo pensó ni un instante, consiguiendo ser finalista, junto con Francisco y Serafín Zubiri, éste a la postre ganador. “Fue un logro espectacular, que me repercutió de manera muy positiva”, señala.
En 1993, más televisión, a través de “Mañana serán estrellas”, un concurso de “Tele 5” que buscaba talentos para la cadena, en aquella época en plena efervescencia. Se adjudica el primer premio en canción ligera y el del voto de la audiencia. Le apadrinarían dos estrellas, ya fallecidas: Carmen Sevilla y Manolo Escobar. “Tuvo gran eco en la prensa nacional y me llamaron para actuar en programas de María Teresa Campos o de la propia Carmen Sevilla”, rememora. Pero es que, además, la empresa audiovisual privada le produjo su primer LP, con el título de “Esa Mujer”, grabado en los “Estudios Torrelaguna”, de Madrid. En el larga duración, entre otros cortes, “Como una nube”, que sonó en todas las emisoras. De hecho, la “Cadena Dial”, con Paloma Toyos al frente, le promocionó en una gira por diferentes localidades asturianas a lo largo de aquel verano. Y en “Tele 5” se pasó un spot publicitario de su disco, el primer anuncio del que se tiene constancia de un cantante asturiano en una televisión de cobertura nacional.
Con la irrupción de las televisiones locales regresaba a la pequeña pantalla, de la mano de “Tele Gijón”, presentando el espacio “En clave de sol”, en el que realizaba entrevistas a cantantes.
Mantuvo la colaboración con Taboada y de ese binomio salieron álbumes como “Mi viejo bolero”, “Besar tu piel”, “Alma latina”, “Una madrugada se fue”, “Caprichos” o “Cantando con mi gente”, un recopilatorio éste de sus 25 años en los escenarios, con canciones interpretadas a dúo con Vicente Díaz, Cholo Juvacho, Rosa María Lobo, Juan Salazar o Mercedes Ben Salah.
Luego surgiría “Jaleo”, con versiones en merengue de “Yo te amo”, “Mi gran noche”, “Qué sabe nadie”... Y por ahora su colección discográfica se completa con “Sagitario” (su signo zodiacal, pues nació en diciembre), en el que lleva al terreno de la cumbia clásicos de Julio Iglesias, José Luis Perales o el canario José Velez, a los que añade dos letras inéditas, dedicadas a su ciudad: “Soy de aquí”, una canción escrita por Elio Alvarez, y “Soy de Gijón”, de la que es autor, “folixera, divertida y que anima a cantar y bailar”, como la describe.
José Manuel Iglesias presentará este disco en una fecha que tiene remarcada en rojo en su amplio calendario de actuaciones: el 4 de agosto, a las nueve de la noche, en la Plaza Mayor de Gijón, dentro del cartel festivo de la “Semana Grande”. Un recital para disfrutar de un artista en mayúsculas.
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