Javier Colero, el guitarra que se hizo cantante

Javier Colero es guitarrista. Por encima de todo lo demás en la música. Pero por una serie de circunstancias en su carrera también tuvo que asumir el papel de cantante. Y lo hace de lujo. Por partes: el avilesino comenzó a interesarse por la música con tan sólo 9 años. Fue de una forma muy curiosa: escuchando cintas (en aquellos tiempos todavía había casetes) de familiares suyos que tenían en su colección grabaciones de “Genesis”, “Bon Jovi”, “Aerosmith”… Aquel niño se fijaba sobre todo en las guitarras, una predilección que le llevaría a recibir clases de ese instrumento durante seis años, desde el 2000 en adelante. Luego seguiría practicando y formándose de manera autodidacta, hasta convertirse en profesor, para transmitir sus conocimientos y experiencia a los que hoy son sus alumnos.

Tras varios intentos encaminados a formar una banda juntó a unos amigos para tocar versiones de rock y blues clásico. Incluso se lanzaron a componer algunos temas. Pero les faltaba algo básico y fundamental para presentarlos ante el público: un cantante. Realizaron pruebas a varios candidatos, pero ninguno dio el perfil de lo que buscaban. La papeleta la solucionó el propio Javier Colero cogiendo el micro. No le iría nada mal. De hecho, con su potente voz empezaría a compaginar sus actuaciones con bandas, desde rock duro hasta de música tradicional americana, con conciertos en solitario y en formato dúo y trío.

Así, ha pasado por “The Cruisers”, “Tush”, “Wild Blues Ways”, “Anywhere”, “Strike Back”, “The Wild Cruisers”, “Black and Blues”, “Jendrix Experience”, “Zona Oscura, “Broken Roads”… En la actualidad, además de por su cuenta, toca con “Crudo”, con “Juaco Vil y Los Percances”, como guitarra y arreglista, y en “Wasted Sinners”, un “power trío” con repertorio que pasa por el soul, el rock duro, el funk y el blues. “Comenzamos con material propio, pero sobre todo nos gusta tocar versiones, a las que damos nuestro estilo, siempre con frescura e improvisación de por medio”, comenta. Eso sí, con su guitarra como fiel compañera de viaje.

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