Cynthia Suárez, la cantante gijonesa que hace conciliación familiar para subirse al escenario

Si en la música se puede poner un claro ejemplo de lo que es conciliación familiar para lograr subirse a los escenarios esa figura la encarna una joven cantante gijonesa, Cynthia Suárez, que, madre de tres hijos, el mayor de 17 años, hace auténticos encajes de orfebrería para brindar unos conciertos, con un repertorio en el que hay espacio para canciones de diferentes estilos, en los que conecta con el público a las primeras de cambio. Tablas y profesionalidad no le faltan, además de su reconocido talento y mucha entrega y pasión por el oficio.

Siendo una adolescente comenzó a hacer sus primeros directos en un local que es cuna de grandes artistas asturianos, como es el de la “Agrupación Artística Gijonesa”, y con tan sólo 15 años fue fichada por el “Grupo Paraíso”, con el que actuaba en banquetes, centros de mayores, pequeñas fiestas… “Era una niña y me acompañaba mi padre a todos los sitios a los que iba”, recuerda. Como también tiene muy nítido en la memoria que con el primer dinero que ingresó cumplió un sueño infantil: se compró la entonces tan ansiada “Play Station I”.

Luego pasaría por otras formaciones de renombre, como la “Orquesta Monterrey”, “Casting”, “Galaxia”… En 2012, junto a su marido, pondría en marcha su propio conjunto: “Trisquel”. Pero la irrupción del Covid le hizo reinventarse y abrirse un nuevo camino, en solitario. “Hago unas cincuenta o sesenta fechas a lo largo de la temporada, sobre todo en verano y especialmente en agosto”, señala. Para compaginar esa dedicación (más bien habría que calificarla como vocación) con sus tareas domésticas y con una actividad laboral en un taller de artesanía, “Lunae”, que regenta, pues, eso, saca horas de donde no hay. “Antes eran mis padres o mis suegros los que se quedaban al cuidado de los niños, cuando eran pequeños, pero ahora los suelo llevar conmigo a los lugares en los que actúo”. Eso sí, lamenta que a raíz de la pandemia se planteó un cambio de tendencia que parecía adelantar la fiesta a horas más tempranas, “pero hemos vuelto a los horarios tardíos y la mayoría se programan a partir de las once de la noche”.

A pesar de las adversidades, todavía no ha surgido la barrera que impida disfrutar de una artista en letras mayúsculas: Cynthia Suárez.

• Destacadas