Claudia Burón, una canterana de la música que viene pegando fuerte

Con Claudia Burón Menéndez valdría ese dicho que tanto suelen repetir los mayores de que “hace más el que quiere que el puede”, atribuido al docente José González Seijas. Porque, según confiesa la joven intérprete gijonesa, “yo no nací con el don de cantar”. Quien la escuche ahora en alguna de sus actuaciones le costaría creerlo.

Lo suyo fue a base de dedicación, de ponerse horas y horas delante del televisor haciendo coros a sus ídolos: Pablo Alborán, Malú… y otras figuras del pop español y de las baladas. “Cuando acabó el confinamiento de la pandemia salí convencida de que tenía que apuntarme a clases de canto, porque era lo que realmente me gustaba”. Dicho y hecho. A finales de 2020 entraba en la “Escuela de Música de Vanesa Iglesias”, con la suerte aliada de que en su camino se cruzaron dos grandes maestros: el valdesano Richard de la Uz (componente de “De Lorean”, ver reportaje en esta revista, y uno de los mejores imitadores nacionales de Freddie Mercury) y el guitarrista José Rodríguez. “Cuando estoy en sus clases me olvido de todo, es como si la música me hiciese flotar”, afirma.

Hace un tiempo empezó a acudir a las sesiones que se programan los viernes en la sede de la “Agrupación Artística Gijonesa”, enfocadas a que artistas noveles puedan darse a conocer ante el público, “más que nada para coger tablas”, señala desde una edad que, claro, invita a eso: 17 añitos.

Pero tras varios festivales el cuerpo le pide otro salto hacia delante y en su mente hay una fecha: verano de 2025. Para entonces planea presentarse en sociedad, con conciertos acústicos en los que acompañe su voz con la guitarra. “Necesito que mis familiares y mis amigos me apoyen y crean en lo que hago”, pide. Y también quiere emocionar con sus directos: “Me gusta representar las canciones. Hace poco con un tema de Carmen de León, “Bésame bonito”, levanté los ojos hacia la gente y ví que una chica estaba sintiendo la emoción que yo sentía con aquella letra, cantada por mi. Fue muy especial”.

Claudia Burón, que aún recuerda cuando siendo niña “me quedaba embobada mirando a las orquestas”, se autodefine como “versátil”: “Igual canto una cumbia que una bachata”. Lo que está muy claro es que a esta firme promesa no se le pone nada por delante cuando se trata de música.    

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