Amador Neira retrata la música

Se podría decir sin temor a equivocarse que aquel solista o grupo al que Amador Neira García no le haya sacado una fotografía en alguna ocasión no está dentro de la órbita de la música avilesina. Por el objetivo de su cámara pasan todos y cada uno de los bolos que se programan en esa ciudad asturiana. Y es que allá donde hay un concierto, allí está él.

Lo hace por pura afición, abriéndose hueco entre el público, hasta llegar a la primera fila. Se sitúa en la posición adecuada y desde esa privilegiada tribuna capta todos los ángulos posibles. Su record personal, casi propio de libro Guinness, lo tiene en quince conciertos en un único día (más bien entre última hora de la tarde y la noche), yendo de un sitio para otro, con un ajetreo frenético que muy pocos profesionales del oficio llegarían a soportar, aunque su trabajo sí sea convenientemente remunerado.

Nacido en Barakaldo hace 37 años, aunque avilesino de adopción, fue en 2007 cuando empezó a cogerle el gusto a eso de ver a los artistas en directo en la “Fundación de Música Moderna” y en “La Caverna de la Bestia” y, también, acudiendo a firmas de discos, unos eventos promocionales en los que pudo retratar a varias figuras del panorama nacional, como Fito Cabrales, Rosendo, Gisela, “Los Suaves”, “Mago de Oz”...

Con posterioridad delimitaría el área de movimientos a la Comarca de Avilés, desplazándose ocasionalmente a Piedras Blancas, Luanco, Oviedo o Gijón. “Las fotos de los primeros años las guardo en dvd y las de los últimos en disco duros”, comenta. Eso sí, no sabe precisar cuántas ha llegado a reunir: “He perdido la cuenta”, afirma. Tiempo atrás la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Avilés organizó una exposición en la que colgó una selección de su amplísima colección de imágenes. Instantáneas de fiesta y de muy buenos ratos en los bares. “Entre los primeros conciertos en los que estuve, los de Brecha y A. C. Soul”, recuerda.