Actor y músico a tiempo parcial

Lo de Diego Rodríguez (Luanco, 2001) se podría decir que es exprimir el tiempo al máximo para sacarle el mayor rédito artístico. Tanto como que compagina sus estudios en el doble grado de Periodismo y Humanidades en la Universidad Carlos III, de Madrid, con su pasión por la música y con un papel como actor con el que durante el pasado verano grabó una película dirigida por la avilesina Conchi Rodríguez. Por cierto, en la que participa también su madre, que con anterioridad ya hizo un papel en una serie de televisión.

Fuese cuestión de genes familiares o no (su tía también es actriz), Diego Rodríguez siempre ha tenido inquietud por el arte y la cultura, lo que le llevó a descubrir el teatro, primero en plan amateur y después en una faceta más profesional.

Pero en un momento de su adolescencia la música se cruzó en su camino, con unos inicios en los que se decantó por la batería, con Israel Sánchez como profesor, en Avilés. Aunque lo suyo estaba por llegar y era la guitarra, instrumento que le enganchó con 15 años, de la mano del reconocido músico Héctor Tuya.

La necesidad de acompañar los acordes con su voz le hizo quitarse el miedo al micrófono, a la vez que empezaba a componer sus propias canciones, que tocaba para sus compañeros de instituto, un centro académico en el que aprovechó un set de radio para dar forma a su primera maqueta. Ya no hubo marcha atrás. Enseguida empezaron a fluir más temas de su efervescente creatividad y con la producción de Tuya sacó un disco, “La historia de cuatro tipos”, que le ha valido para adjudicarse el premio “AMAS” al artista revelación en esta última edición.